-Cristina. Cristina...despierta...- Y ella gruñó.-¿Cómo estas?

-¿Por qué me despiertas?

-¿Sabes donde estas?- Cristina intentó incorporarse pero no pudo moverse mucho. Empezó a mirar a su alrededor, le molestaba un poco la luz, pero no pareció ponerse nerviosa aun encontrándose en un hospital.

-¿Que ha pasado?

-Tuviste una noche loca.- dijo mientras Cristina se pasaba la mano por la frente.-No recuerdas nada, ¿verdad?

-No, pero porque eres tú el que esta aquí.

-3 chutes de heroína en el cuerpo y tirada el la calle con tus medias negras y esos shorts de putilla que tanto te gustan. Realmente deliciosa. Te salve anoche de unos cuantos problemas, pero tranquila, no te los tendré en cuenta. Pobre Cristina, ya no sabes que hacer con tu vida.